La técnica de Brodskaya es una interpretación contemporánea llamada quilling, en la que el artista dobla y hace espirales con tiras de papel de colores para crear delicados retratos de corte surrealista. El resultado es un lienzo repleto de pequeñas porciones de papeles doblados sobre sí mismos o colocados al milímetro que, mirado a cierta distancia, parece realizado a pincelazo limpio.
Después de desarrollar y evolucionar esta técnica durante los últimos doce años, Brodskaya ha recopilado una profunda inmersión de su proceso creativo en un libro que próximamente tendrá aparición y llamará “Pintando con papel”.